En ocasiones, los alumnos pierden el interés por seguir estudiando. En España la tasa de abandono escolar se sitúa en un 16%, aunque un año antes la tasa llegaba casi al doble. Diversos son los motivos para este abandono: frustración, baja autoestima, desmotivación….. Hay muchas causas exógenas en esta decisión por parte de los estudiantes. Pero…¿qué ocurre cuando esa desmotivación no se ha tratado en la escuela?¿qué ocurre cuando son algunos profesores los que te dan ese empujoncito final a la idea que te ronda en la cabeza sobre dejar de estudiar?
Se dice coloquialmente que los problemas se barren en casa. Este es uno de los problemas de la escuela, uno de tantos, que «no se termina de barrer». A veces, hay profesores que recomiendan a alumnos que lo mejor es que dejen de estudiar y se pongan a trabajar. Esta no es una regla genérica ni habitual, ni mucho menos, pero sí que se dan casos.
Tal vez, si se hubiera trabajado esa autoestima con ese alumno, si se le hubiera ayudado de la manera que ese alumno o alumna necesitaba, no entraría a formar parte de ese porcentaje.
No pretendo culpar a la escuela del abandono escolar. En muchos casos, son los alumnos los que toman esa decisión y a algunos les va bastante bien. En lo que yo quiero incidir, es que ningún profesor es juez o verdugo del destino de ningún alumno. Ningún profesor puede creerse con la potestad de influir en una decisión tan importante. Más que nada, porque todo cambia. Y las personas, también. A mí personalmente, hubo una «profesora» que me dijo con 16 años que era el momento de abandonar el colegio y ponerme a trabajar, pues no valía para ello. Y lo puso por escrito. Hoy en día una carrera, una adaptación a grado con especialización, un máster, un ciclo de grado superior y varios cursos de especialización desmontan la teoría de aquella visionaria. Increíble, ¿verdad?… si queréis conocer algo más sobre esta historia: https://strangerskills.com/podcasts